Estudios Evangélicos

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Los metodistas unidos africanos no cambiarán la Biblia por dólares

(Las siguientes son declaraciones del Dr. Jerry P. Kulah, decano de la Escuela de Teología Gbarnga, United Methodist University en Liberia, en el desayuno de la Coalición Reforma y Renovación en la Sesión Especial de la Conferencia General de la Iglesia Metodista Unida (United Metodist Church, UMC) en Saint Louis, Missouri, el sábado 23 de febrero de 2019).

Hermanos y hermanas de la Iglesia Metodista Unida de todo el mundo, ¡los saludo humildemente en el poderoso nombre de Jesucristo!

Agradecemos a Dios por todos los que han participado en la observancia de un tiempo sagrado de ayuno y oración mientras nos preparábamos para esta Sesión Especial de la Conferencia General. Y alabamos a Dios porque aún hay miles y miles arrodillados intercediendo por nosotros mientras tomamos una decisión definitoria respecto al futuro de la Iglesia Metodista Unida.

Agradezco a Dios por su preciosa Palabra para nosotros, y le doy gracias por ustedes, mis queridas hermanas y hermanos en Cristo. Como Coordinador General de la Iniciativa África de la UMC, los saludo a nombre de todos sus miembros y líderes. Queremos agradecer a la Coalición Renovación y Reforma dentro de la Iglesia Metodista Unida por la invitación a dirigirnos a ustedes en esta importante reunión de desayuno.

Según entiendo, los planes ante nosotros pretenden hallar una solución permanente al largo debate sobre la ética sexual de nuestra iglesia, su enseñanza sobre el matrimonio, y sus estándares de ordenación. Este debate y los numerosos actos de desafío han conducido a la Iglesia Metodista Unida a una encrucijada (Jeremías 6:16).
Un plan invita al pueblo denominado Metodistas Unidos a tomar un camino contrario a la Biblia y dos mil años de enseñanza cristiana. Seguir ese camino dividiría a la iglesia. Aquellos que promueven el Plan Una Iglesia (One Church Plan) quisieran que tomáramos ese camino.

Otro camino nos invita a reafirmar la enseñanza cristiana arraigada en la Escritura y la rica tradición de la iglesia. Esta dice que «todas las personas son individuos de valor sagrado, creados a imagen de Dios», que «todas las personas necesitan el ministerio de la Iglesia», y que «afirmamos que la gracia de Dios está disponible para todos». Este camino cimienta nuestra ética sexual en la Escritura cuando dice que la UMC «no aprueba la práctica de la homosexualidad y la considera incompatible con la enseñanza cristiana».

Si bien «nos comprometemos a ejercer el ministerio para y con todas las personas», no celebramos matrimonios homosexuales ni ordenamos para el ministerio a personas que se declaran homosexuales practicantes. Estas prácticas no se conforman a la auténtica enseñanza de las Sagradas Escrituras, nuestra autoridad fundamental para la fe y la vida cristiana. No obstante, extendemos gracia a todas las personas porque todos sabemos que somos pecadores que necesitan la redención de Dios. Sabemos lo crucial y transformadora que ha sido la gracia de Dios en nuestras propias vidas. Recibimos afectuosamente a todas las personas en nuestras iglesias; deseamos tener comunión con ellas, orar con ellas, llorar con ellas, y experimentar el gozo de la transformación con ellas.

Amigos, por favor escúchenme: los africanos no les tememos a nuestras hermanas y hermanos que se identifican como lesbianas, gay, bisexuales, transgéneros, cuestionando, o queer. Los amamos y deseamos lo mejor para ellos. Pero no conocemos argumentos convincentes para abandonar la manera en que nuestra iglesia entiende la Escritura, y la enseñanza de la iglesia universal.

Y luego, por favor escúchenme cuando digo, con toda la amabilidad posible: los africanos no somos niños que necesiten la ilustración occidental en lo que respecta a la ética sexual de la iglesia. No necesitamos escuchar que un obispo progresista estadounidense nos dé cátedra sobre nuestra necesidad de «crecer». Les aseguro que los africanos, ya sea que nos haya gustado o no, hemos tenido que lidiar con este debate durante muchos años. Permanecemos junto a la iglesia global, no una elite eclesial culturalmente liberal en Estados Unidos. Permanecemos con nuestros amigos filipinos. Permanecemos con nuestras hermanas y hermanos de Europa y Rusia. Y sí, permanecemos con nuestros aliados en América. Permanecemos con los agricultores de Zambia, los obreros tecnológicos en Nairobi, los maestros de escuela dominical en Nigeria, los estudiosos bíblicos de Liberia, los pastores del Congo, las Mujeres Metodistas Unidas de Costa de Marfil, y otros miles de metodistas unidos a través de toda África que no han escuchado ninguna razón convincente para cambiar nuestra ética sexual, nuestra enseñanza sobre matrimonio, y nuestros estándares de ordenación.

Estamos cimentados en la Palabra de Dios y la buena y clara enseñanza de nuestra iglesia. ¡En eso no vamos a ceder! No tomaremos una vía que nos aleje de la verdad. Tomaremos el camino que conduce a hacer discípulos de Jesucristo para la transformación del mundo. Mi esperanza y mi oración por ustedes es que caminen por esa senda con nosotros. Los recibiríamos afectuosamente como compañeros de viaje, pero si escogen otra vía, los africanos no podemos ir con ustedes.

La amplia mayoría de los africanos apoyamos el Plan Tradicional Modificado por dos razones muy importantes. Primero, creemos que está claramente cimentado en la Escritura y la enseñanza de los cristianos en todo tiempo y lugar. Reafirma la convicción de nuestra iglesia de que «el matrimonio se define como una sagrada relación entre un hombre y una mujer», no entre cualquier pareja de adultos que den su consentimiento. Segundo, la aprobación del Plan Tradicional Modificado mantendrá a muchos más metodistas unidos unidos como una iglesia que cualquiera de los demás planes. Yo quiero estar unido con mis hermanas y hermanos en nuestra conexión global. Espero que ustedes también quieran lo mismo. Caminemos todos juntos en una iglesia saturada de la Escritura y de la enseñanza de nuestra iglesia que transforma la vida.

Finalmente, confío en que ustedes apoyarán una petición de salida amistosa. A algunos africanos se les ha dicho que si se aprueba una petición de salida amistosa nuestros amigos evangélicos en Estados Unidos seguirán su propio camino y ya no apoyarán las labores en África. Eso no es cierto. Muchos en África hemos formado amistades profundas y duraderas con nuestros hermanos y hermanas de Estados Unidos. Tales relaciones no se cortarán si se aprueba una petición de salida amistosa.

Lamentablemente, algunos metodistas unidos estadounidenses suponen muy equivocadamente que lo único que nos preocupa a los africanos es el apoyo financiero de Estados Unidos. Bueno, estoy seguro de que, siendo pecadores como todos ustedes, algunos africanos están obsesionados con el dinero. Pero, con el debido respeto, una obsesión por el dinero parece más un problema estadounidense que africano. Nosotros nos las arreglamos con mucho menos que la mayoría de los estadounidenses; sabemos cómo hacerlo. No estoy muy seguro de que ustedes podrían. Así que, si alguien es tan ingenuo o paternalista como para pensar que venderíamos nuestra primogenitura en Jesucristo por dólares estadounidenses, entonces sencillamente no nos conocen.

Nos alegramos profundamente en seguir a Jesucristo y la santa Palabra de Dios para nosotros en la Biblia. Y en verdad pensamos que muchos en Estados Unidos y parte de Europa podrían aprender bastante de nosotros. Las iglesias metodistas unidas, pastores y laicos asociados con nosotros así lo reconocen. Por favor, compréndanme cuando digo que la amplia mayoría de los metodistas unidos africanos nunca, jamás cambiaremos a Jesucristo y la verdad bíblica por el dinero.

Si es necesario, caminaremos solos, pero estamos confiados en que los lazos de comunión cristiana que tenemos con los amigos aquí en Estados Unidos no se cortarán aunque ellos también deban separarse de una iglesia que adopte el Plan Una Iglesia. Creemos que todas las iglesias locales deberían ser tratadas justamente, así que apoyamos firmemente un plan de salida amistosa.

Amigos, no hace mucho, mi país fue devastado por una terrible guerra civil. Y luego enfrentamos el brote del virus ébola. Estamos muy familiarizados con la adversidad y la tristeza, pero Jesús nos ha sostenido en cada prueba. Así que nada de lo que suceda en los próximos días nos disuadirá de seguirlo a él y solo a él. Perseveraremos en la carrera que tenemos delante. Permaneceremos firmes y fieles. Y algún día llevaremos la corona de gloria del vencedor con nuestro Rey Jesús. ¡Caminen con nosotros!

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, ¡amén!

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Originalmente publicado en Juicy Ecumenism, febrero 2019. Traducción de Elvis Castro Lagos.